jueves, junio 05, 2008

AntiesNOb

Durante todos los jueves de mi adolescencia consumí religiosamente el suplemento NO. Hace ocho años que no me considero adolescente y en algún momento de ese período dejé de comprar el Página12 de los jueves. La banda ancha me permite hojearlo cada tanto en su versión digital, aunque casi nunca lo haga. Hoy sí. Y una cosa llevó a la otra. En la portada del sitio web del diario devenido en boletín oficial me topé con un anuncio provocador: "SUPLE NO | Indie Cabeza (...) Cuando una horda de fanáticos irrumpe en un refinado y sofisticado ciclo de música indie, pero lleva banderas, hace..." ¡Apa! -pensé- ¿qué carajo será esto? Y me sumergí en la nota, que resultó hablar de las bandas del indie platense, el tema que elegí para inaugurar Antiesnob hace más de dos años. Pero lo que más me sorprendió fue que la nota hace mención a este blog!!! Suficiente razón para mí de volver a la carga y, como agradecimiento, posteo a continuación la excelente nota del NO. ¡Gracias Juan Manuel, te debo este regreso!


Por Juan Manuel Strassburger

Bandas que se catalogan como indies, pero que hablan de la amistad, el barrio o los vaivenes cotidianos, y que remiten a Pappo o Luca Prodan antes que a Cerati, Melero o Virus. Recitales que ya no se viven en trance o abúlico silencio sino bajo la transpiración del pogo, los cantitos tipo hinchada y las montañas humanas sobre el escenario. Canciones que se acercan más a la desprolijidad y la frescura del noise y el lowfi americano que a la sofisticación y la delicadeza de la tradición pop británica. ¿Indie barrial? ¿Indie chabón? ¿Indie... cabeza? Lo que hasta hace algunos años era impensable o hubiese sonado a aberrante contradicción, hoy es realidad. Síntesis inesperada de dos términos –la cultura alternativa y la experiencia popular– que, hasta ahora, parecían divorciados.

“Estamos asistiendo al nacimiento del indie chabón”, dicen que dijo Martín Mercado, responsable del sello Estamos Felices y guardián del indie a la vieja usanza, cuando el año pasado –durante el clásico festival de La Noche de los Museos– presenció a una horda de fanáticos de El Mató A Un Policía Motorizado desbordar las rejas de la organización para abalanzarse sobre Chango, el entrañable y carismático cantante de la banda. Una reseña de la Rolling Stone lo registró con precisión: lo que hasta ese momento había sido un apacible festival indie en la Torre de los Ingleses (con buenas presencias de Los Alamos, Bicicletas y Fantasmagoria) mutó –en cuestión de segundos– de civilización a barbarie cuando El Mató tomó la posta y emprendió esa seguidilla de ruidosos hits con corazón de barrio: Chica rutera, Amigo piedra o Sábado.

Una emoción que trastrueca el orden establecido (“público indie= público abúlico o desabrido”). Pero que no es exclusiva: en otra escala, y con sus respectivas particularidades artísticas –aunque con igual intensidad y la misma impronta barrial–, se desenvuelven y se celebran los recitales de La Patrulla Espacial (el noise de Sonic Youth con la garra de Pappo), Sr Tomate (folk psicótico con armónicas y voz de niño), El Perrodiablo (los MC5 viajando a toda velocidad en un Torino), 107 Faunos (los primeros Flaming Lips tarareando estribillos en La Plata), Shaman y los Hombres en Llamas (la psicodelia del infierno al sentir de un Devendra Banhart grave y patagónico) o Prietto Viaja al Cosmos con Mariano (rock a dúo, nervios y lowfi de casas bajas), entre otras. La mayoría de ellos, amigos entre sí, surgidos en La Plata o la zona sur del Conurbano, y agrupados en sellos como Laptra, Cloe, Mamushka.dogs o el precursor Mandarina Records. ¿Qué pasó? ¿Cómo fue? ¿Al fin el indie se anima a ser callejero, desprolijo y popular?

Amigo piedra

“Y, es como si hubiera una necesidad en el indie de adentrarse en el barrio, ¿no? De peronizarse...”, bromea Doma de El Perrodiablo, la banda que –junto a Sr Tomate– fue tapa del NO a principios de año por su demoledor debut La bomba sucia. Algo parecido piensa Lucas Garófalo, director del sitio Global-Art y testigo privilegiado del nacimiento de esta tendencia a partir de su participación en el citado Mandarina Records, sello digital que entre 2002 y 2005 reunió los primeros trabajos de Sr Tomate, La Patrulla Espacial y Shaman, entre otros. “En muchas de estas bandas aparece el barrio, pero no en el sentido de pertenencia que usan La Renga o Los Piojos sino en una cosa mucho más inocente, de amistad”, señala. Y postula a Amigo piedra de El Mató –con su letra que reza “vos soñaste con un barrio mejor / y te quedaste mirando la nada”– como el tema que mejor sintetiza este cambio de paradigma. “Un barrio con más fantasía”, sostiene.

Otros tópicos –casi siempre producto de letras directas y concretas– abarcan las incursiones urbanas (“Noche de sábado en Capital / fui a enterrar lo que seré / caminando por Corrientes / los tontos se mordían los dientes”, en Av. Corrientes de Prietto...), las ciclotimias cotidianas (“Miro el techo que se cae a pedazos / mi cama es mi tumba y no me importa” en Tumba cama de Sr Tomate) o el divague costumbrista (“Muñequeras de hule, medallones gurú, lapiceras mordisqueadas, la remera del pez espada en la valija” en Pequeña Honduras de 107 Faunos).

El audio en la mayoría de esos temas es artesanal: guitarras y baterías que suenan como grabadas en un cuarto, y voces y coros que se entonan de manera personal, adorablemente desafinadas, como era usual en las bandas yanquis de los ‘80 y ‘90 (Beat Happening, Flaming Lips). “Y es que nosotros nos sentimos más cercanos al indie americano que al rock más tipo Radiohead”, reconoce el propio Chango de El Mató al NO. “Escuchamos de todo, pero nos llega más esa época, las bandas del sello Matador: Pavement, Guided by Voices.” Y sobre la banda de Robert Pollard dice: “Tienen algunos de los mejores discos de la historia, pero grabados así nomás. Nos encanta eso”.

Es cierto, esa manera despreocupada y espontánea de encarar el rock ya tenía su antecedente local en bandas de los ‘90 como Perdedores Pop o los artistas reunidos en aquel iniciático compilado de Indice Virgen, Grabaciones íntimas (Opio, Santi Amor, El Joven Low-Fi, Paoletti). Y de hecho, la mayoría de las bandas consultadas para este informe reconocen aquellas experiencias como cruciales en su formación (alguna vez habrá que hacer un análisis más detallado de esa otra historia de los ‘90, el indie que no miramos). Pero hay una gran diferencia respecto de aquella época: la respuesta social. En aquel momento ninguna de esas bandas o solistas prendieron hondo en la escucha joven general (de hecho, hoy son consideradas de culto), mientras que la situación actual es la opuesta.

Coritos indies

Y no sólo por lo que produce El Mató (que hasta tiene grupos de seguidores que se autodenominan como “la banda de El Mató”) cada vez que se presentan. Eso ya se sabe. Lo que no es tan sabido es lo que sucede, en menor escala, con varias de las otras bandas cuando se encuentran en festivales como el Turdera Fest, o lugares como en su momento La Galería del Terror o el Centro Cultural Favero, entre muchísimos otros (gran parte de esta movida puede seguirse en blogs como Muchos Discos Mal Escuchados, Antiesnob o el extinto Pop Nervioso). Shows que –con sus pogos, coritos entusiastas y hasta banderas, créase o no– son una verdadera sorpresa para quienes sólo conocen del indie su expresión capitalina o circunscripta al ciclo Nuevo! del San Martín.

“En general, el indie está relacionado con el esnobismo y estos pibes nada que ver. Es muy común que den shows en sótanos muy chicos y mugrientos. Es un ambiente distinto y eso influye”, puntualiza Garófalo. Chango completa: “Es cierto, por ahí el indie acá es distinto a lo que en Capital era Jaime Sin Tierra. Pero eso pasa desde antes de nosotros. Yo fui a recitales de Peligrosos Gorriones, por ejemplo, donde todo el mundo se subía al escenario y nadie se asombraba. Aunque es verdad que Bochatón se asustaba un poco (risas)”.

¿Es La Plata, entonces –esa ciudad en constante efervescencia universitaria donde al decir del escritor Fabián Casas “las funerarias se cagan de hambre”–, responsable de este cambio de cultura y hábito en el indie? Sí y no. Los Prietto son de Capital, y Los Reyes del Falsete (otra banda afín) son de Quilmes. No todo se reduce a La Plata. El propio Chango reconoce que hay mucho de malentendido en la alta estima que se tiene sobre la escena rockera platense en general. “Las bandas están buenas, pero no hay infraestructura para aprovecharlo.”

Hace unos días, Miguel Grinberg, autor del mítico Cómo viene la mano sobre la historia del rock nacional, le dijo a Página/12: “El rock fue expropiado por los intereses masivos, las corporaciones discográficas, los grandes productores y los vendedores de gaseosa, cerveza y teléfonos celulares (...) (Ahora hay) que cagarse en el rock, porque lo que se hace en su nombre es mentira, y tiene una faceta contraproducente”. Sus palabras sonaron con fuerza. Pero si algo queda claro con la polvareda que andan levantando El Mató, Sr Tomate, El Perrodiablo, 107 Faunos y los otros, es que allá por el Sur todavía hay esperanza.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-3430-2008-06-05.html

lunes, enero 02, 2006

¡Mucho + que una selección de fotos de 2005!

No se si el 2005 fue uno de esos grandes años para el rock "indie" o "independiente" o "alternativo" o "autogestivo" (no viene al caso la denominación, todxs saben a qué me refiero) de la ciudad de las diagonales. Fue difícil sobrellevar el progresivo cierre de espacios como La Galería (como la extrañooo!!), Basquiat, Arrakeno... producto tanto de nuestra propia carencia a la hora de sostener colectivamente los espacios (tanto de las bandas como del "publico"), así como de una creciente intolerancia de lxs vecinxs y de la municipalidad (sumándole la paranoia post cromagnón).
Pero se siguió adelante. Hubo interesantes fechas en casas, en el local del MST, el Olga Vázquez, La Zaragoza, Sala B, el Centro de Estudiantes de Bahía Blanca y el Centro de Cultura y Comunicación, como también en Plaza San Martín y Trabajo Social. Prefiero no meter en la misma bolsa a antros bizarros como La Galería del Rock (re bautizada acertadamente por algunas bandas como "La Galería del Hedor" o "del Terror") o el Viejo Varieté, y bien lejos quedan otros lugares como Ciudad Vieja o Bobbi's, aunque a veces se los utilice cuando no es posible conseguir fecha en lugares más nuestros.

Estas fotos -registradas por mí a lo largo del año- intentan captar algunos de esos momentos y personajes del año y esos lugares de los que nos supimos adueñar por prepotencia de trabajo.

Antes de empezar el recorrido quiero agradecer enormemente al Flaco, de Animales Urbanos que me publicó siempre las fotos en su portal contracultural y a Andy Grey, de Raros y Felices que también me publicó fotos, así como también a toda esta gran familia de bandas y proyectos que cada vez se afianzan más.


Es el alma mater de Cloe Discos, y siempre se encuentra grabando a varias bandas a la vez!!! una especie de pulpo creativo, sencillo, afectuoso... Es Reimon que no para de crecer, y con él crecemos todxs!!!
Posdata: lo acompañan Pablo, en bajo y el gran Edu en batería (también integra Sr Tomate y Elysëes).


Ni Coiffeur, ni Dirty Diamonds (y apenas Compañero Asma y Mataplantas)... Esto es lo que más rescaté del último outlet de FM Universidad: Mariano "Manza" Esaín (guitarrista y cantante de Valle de Muñecas y ex Menos Que Cero, además de un muy buen productor de unos cuantos músicos), tocó -como invitado sorpresa- un puñado de fantásticas canciones. El Manza ya es casi un platense mas!!! :-)


Psicovendetta es otra de las bandas que brilló en vivo este año. Con más de cinco años en escena, los chicos hiphoperos siguen reinventándose y creando poesía urbana deforme, como buenos herederos de los primeros illya kuryaki.
Posdata: la página web es bastante divertida!

Juliat y Tatón, "cerebros" de Atmosferia versión cincopuntocero. Lo interesante de atmosferia, además de sus canciones de tecnopop fresco, inteligente y ligeramente oscuro, es su búsqueda política y ética. 100% autogestión y un stencil anárquico, son los estandartes de esta banda que estrenó escenarios locales en el Festival El Piñatazo y armó fechas como los dos Ciclotímicos en el Centro de Bahía, la Maratón Cultural en la calle frente a la puerta de la Facultad de Periodismo y otro evento en la Facultad de Arquitectura. Ya se consigue su segundo disco "Para caidas", editado nuevamente por Cloe Discos.
Posdata: a la derecha de Tatón se puede apreciar a Martín "chiva", una suerte de Frank Zappa local, que cada tanto se mete a tocar percusión en los recitales de Atmosferia, además de haber organizado algunas fechas en su casa con Mázinger, Las Culebras...


El año pasado no sólo nos presentó en sociedad a Atmosferia sinó también a Tatón en su faceta solista, con su proyecto de duetos conocido como "Ninguno de los dos". Y por favor!!! no nos vengan con Coiffeur!!! (un Leo García unplugged del conurbano), si quieren buenas canciones y nuevas voces escuchen a Tatón y déjense de joder!!!


Señor Tomate en el Festival Belladona (Centro Social Olga Vázquez). Esta banda de "folk sicoanalista" (según el catálogo de Cloe Discos) se comió los escenarios de este año, en una fecha con Tío Pastafrola, Menashatrua y los Zorros Petardos Salvajes, en el Olga Vazquez, también en el Centro Cultural Daniel Favero, el local del MST y en el Outlet de FM Universidad y en este Primer Belladona La Plata, del que fueron coorganizadores. Ya está circulando su nuevo disco, Júbilo y Sorpresa.


Myte y sus Linternas Verdes en Sala B. ¿Los Miranda platenses? No lo creo, simplemente un homenaje a una estética, a una búsqueda pop. Lxs Linternas no son tan anfetamínicos como sus pares capitalinos, ni buscan los flashes catódicos para saltar al estrellato; los veo más cercanos a Suarez... Simplemente tocan sus canciones mínimas, y la voz de Myte no defrauda.


Una de las bandas que sin dudas brilló este año en la escena platense fue Historia del Crimen, aunque ya tienen algunos años de existencia y son considerados por muchos como "banda de culto" debido a la imponente presencia de su líder Flavio Casanova (ex lider de Casanovas). A pesar de tocar en lugares más "tradicionales" (ciudad vieja) y no participar de las movidas indies, prefiriendo movidas más cercanas a las que promueve FM Universidad (outlets, etc...) tienen 100% de actitud rocker y sus recitales no defraudan ni tratan de estúpido al público.

Aquí tenemos al público de El Mató a un policía motorizado en pleno pogo (nótese la increible cara de Lorges, abajo al centro, y las antiparras que tiene en la mano la chica que está al lado de el!!! en realidad ninguna cara ni gesto tienen desperdicio!!) esta foto recorrió fotologs, ya sea en su versión original o en su interpretación motorizada

El mató: Pantro Puto, Santiago "Chango" Motorizado y Ninio Elefante haciendo lo que mejor saben (rock de guitarras, ¡del mejor!), en el local del MST a mediados de octubre, el mismo recital de la foto anterior. Si quieren ver toda la tanda de fotos de ese día y una crónica de Andy Grey entren a Raros y Felices